El Tribunal Supremo ha dado la puntilla definitiva contra cámaras de los semáforos para poner multas. No es la primera vez que la justicia se pone del lado del conductor en estos casos. 

Saltarse un semáforo en rojo es la segunda multa más habitual sólo por detrás del exceso de velocidad. Para realizar la estadística no se tiene en cuenta las infracciones que se cometen, sino las que se sancionan y ahí los medios para cazar a quien se salta un semáforo en rojo son mayores que los que se aplican a quienes aparcan en doble fila, por ejemplo. Y es que en casi todos los ayuntamientos funciona el llamado “foto-rojo”, un sistema que fotografía al conductor cuando se salta el semáforo.

Se calcula que más de 200.000 personas han pasado ya por la caja de los ayuntamientos debido a esta multa, cuyo importe es de 200 euros más la retirada de cuatro puntos. Ahora una sentencia del Tribunal Supremo acaba de anular la sanción impuesta por el Ayuntamiento de San Sebastián a un conductor por rebasar un semáforo en rojo. La sentencia viene a corroborar otras anteriores del alto tribunal que ponen en duda la valía y garantías del mecanismo de multa. De hecho, desde noviembre de 2015 la jurisprudencia del Supremo estima de nula validez esta prueba para sancionar a los conductores.

El problema de estos dispositivos radica en que no están sometidos a control metrológico, al contrario que los radares o los etilómetros empleados en los controles de alcoholemia. Mientras no se sometan a este control todo este tipo de sanciones se podrán recurrir con garantías de obtener la victoria en los tribunales. Para hacerlo nada como contar un seguro de coche con una buena cobertura de defensa jurídica que te ayude durante el proceso e incluso se haga cargo de los gastos.

Si además quieres saber dónde se ubican estos semáforos con cámara algunos ayuntamientos publican directamente el lugar. Aquí puedes consultar los de Madrid.