Vendiendo nuestro coche
Los apartados anteriores también sirven para la venta del vehículo. De hecho, el papeleo es el mismo aunque nos hayamos centrado en la parte del comprador. Como vendedor del coche de segunda mano los trámites de compra-venta son más sencillos y no incluirán revisar el estado del vehículo, ya que sabemos perfectamente cómo se encuentra.
La clave al vender el coche de segunda mano es cómo hacer la factura, si debe o no debe llevar IVA, y asegurarse después de que se procede al cambio de titularidad. Si algo no queremos es ser responsables de lo que haga la otra persona con nuestro antiguo coche sólo por no haber cambiado el nombre del titular.
Venta del coche al concesionario
Esta es la alternativa más habitual y también la más cómoda. Si vamos a comprar un coche de segunda mano o un kilómetro cero puede que en el concesionario paguemos algo más, pero también nos ahorraremos parte de los trámites.
En este caso lo primero será comprobar que han valorado el coche a un precio justo. Esto es tan fácil como llevar el vehículo a varios concesionarios y comparar el precio que ofrecen.
Después, si el coche está a nombre de una empresa o de un autónomo habrá que emitir una factura con IVA, mientras que si vendemos el coche como particular, esta factura no llevará IVA -no te preocupes por la factura, ya que el concesionario suele ocuparse de todo el papeleo-.
El concesionario se encargará después de realizar el cambio de titularidad del vehículo, aunque también puede ser una buena idea hacer un seguimiento de que este llega a buen puerto.
Venta del coche a un particular
Esta opción todavía no es tan habitual en España, pero el Plan PIVE ha multiplicado las transacciones entre particulares en los últimos años. En este caso, tanto nosotros como el comprador deberemos ocuparnos de todos los trámites que pasan por reunir la información sobre el vehículo. Para empezar tendremos que entregar a la otra parte el permiso de circulación, la tarjeta de la IT y el resto de documentación técnica del vehículo junto con el justificante del abono del impuesto de Circulación.
Para sellar el acuerdo firmaremos también el contrato de compra-venta al que puedes acceder en el enlace que hemos dejado al comienzo del artículo y después se procederá al cambio de titular del vehículo. En la mayoría de los casos será el comprador quien lleve ‘la voz cantante’ porque lo más habitual es que sea él quien se haya empapado de los trámites a seguir.
Lo más importante una vez hayamos cerrado la venta del coche es asegurarnos de que se procede al cambio de titularidad del vehículo. Y es que si el nuevo dueño no hace este cambio, el coche seguirá siendo tuyo a ojos de la DGT con todo lo que esto implica para el pago de impuestos y cualquier percance que sufra o cause el vehículo