Hay averías de coche más habituales que otras. Te descubrimos cuáles son y cómo evitarlas. En la mayoría de los casos bastará con un buen mantenimiento.

Dicen que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Pues, en lo que se refiere al cuidado y mantenimiento del coche, parece cumplirse esa máxima. A pesar de que las averías más comunes en el coche son conocidas, se pueden predecir y evitar, la mayoría caeremos en ellas una y otra vez. 

Para que no te ocurra lo que a muchos y te lleves un disgusto al descubrir un daño que puede salirte caro, repasamos a continuación los deterioros por uso o perjuicios más habituales que afectan a los automóviles. 

Las averías de coche más comunes

La mayoría de visitas al taller son por falta de mantenimiento, más que por golpes o problemas mecánicos graves. Cumplir con lo que indique la marca puede recudir drásticamente los problemas en tu coche. Recuerda que algunos seguros de coche incluyen revisiones periódicas gratuitas en los talleres concertados por la aseguradora. 

Aprovecha ese tipo de servicios para que la mecánica de tu coche esté siempre en buen estado. Si quieres dar con un seguro que tenga revisiones anuales incluidas, prueba con nuestro comparador de seguros de coche.

La correa de distribución

Los coches no pueden funcionar sin la correa de distribución. Es una de las piezas clave del vehículo y también una de las más costosas de reparar. Que se te rompa la correa de distribución puede hacerte un gran agujero en el bolsillo.

Así, según datos de Autingo, es recomendable sustituir la correa de distribución entre los 80.000 y 120.000 kilómetros recorridos o cada cinco años, aunque lógicamente dependerá del modelo que sea, la utilización que se le dé al vehículo y el entorno que lo rodee (clima, si ‘duerme’ en garaje o no, etc.).

Hasta 4.000 euros por la reparación

Si el cambio de la correa de distribución se realiza en el momento adecuado el coste resulta mucho más asumible -unos 380 euros- que si toca repararla. Tener que reparar la correa de distribución es una de las averías de coche más comunes y más caras. Cuando esta pieza se rompe, la ‘gracia’ puede salir por un mínimo de 1.500 euros y llegar hasta un máximo de 4.000 euros, en función de las piezas afectadas. Y es que no sólo habrá que sustituir la correa, sino también reparar los daños que haya causado.

Poniéndose en el peor de los casos, el coche puede quedar incluso inservible, dado que la rotura de la correa de distribución puede llegar a dañar gravemente el motor y la mayor parte de sus componentes. Precisamente para este tipo de casos es interesante contar con un seguro a todo riesgo que sí cubra daños de este tipo.

Echar gasolina en un coche diésel

Aunque para muchos conductores pueda resultar increíble, la realidad dice que repostar gasolina en un coche diésel ocurre más veces de lo que se pueda suponer, también en el sentido contrario.

Equivocarse al llenar el depósito es una distracción que puede dañar considerablemente el vehículo. No obstante, si el conductor se da cuenta del error antes de poner marcha el automóvil, el asunto no será tan grave: sólo habrá que solicitar una grúa al seguro, transportar el coche afectado y extraer el combustible. ¿No tienes grúa en tu seguro? Aquí puedes contratarla y elegir sólo las coberturas que necesitas.

La clave cuando te equivocas de combustible al llenar el depósito reside precisamente en si se ha puesto en marcha el automóvil y se ha comenzado a circular o, por el contrario, aquél permanece detenido.

Con el coche parado el coste de reparar esta avería,  este descuido en realidad, puede quedarse en 200 euros si tienes que llamar y pagar la grúa de tu bolsillo. Por el contrario,  en el caso de que el conductor haya recorrido unos kilómetros, aunque sean pocos, la factura puede ascender hasta los 2.500 euros. En ese montante se incluye el cambio de camisas, pistones y bielas, entre otras piezas que pueden estar afectadas

Llevar más aceite del necesario

El exceso de aceite en el motor puede afectar a los cilindros, lo cual llevará a que aquél queme más de este líquido de lo normal y a dañar la cámara de combustión. Además, puede provocar que el motor se airee demasiado, produciendo una espuma que hará que el motor no engrase lo suficiente y se dé un sobrecalentamiento del mismo. En pocas palabras, una fallo común del coche que puede salir muy cara.

Reparación de hasta 3.500 euros

Si esta situación se detecta a tiempo, basta con vaciar el exceso de aceite, resultando un desembolso de unos 40 euros. No obstante, si las citadas piezas se encuentran perjudicadas, la ‘broma’ puede alcanzar los 1.500 euros.

Sin embargo, no sólo el exceso de aceite en el motor es dañino, sino que también lo es la carencia de ese líquido. De este modo, de quedarse el coche sin aceite, la reparación suele ser muy cara: unos 3.500 euros. Pero, si únicamente se trata de un cambio de aceite, el gasto ronda los 75 euros.

El líquido refrigerante

En último lugar, de entre las averías más comunes que se producen en el coche, cabe destacar la que está relacionada con otro de los elementos clave del motor: el líquido refrigerante. Lo aconsejable es revisar con regularidad los niveles del mismo y, de ser necesario, rellenar el receptáculo que lo contiene. Esa acción tiene un precio medio que ronda los 70 euros.

Hasta 3.000 euros por arreglar el coche

Si descuidamos las revisiones del coche y nos quedamos sin liquido refrigerante, la broma puede dispararse hasta los 3.000 euros. Y es que todo el motor quedará afectado.

Viendo las diferencias de coste entre las tarifas de mantenimiento y por reparación, resulta obvio que merece la pena cuidar el coche y prestar atención a las sencillas comprobaciones descritas. La mayoría de seguros de coche cuentan con una serie de talleres concertados donde realizar las revisiones periódicas, incluso con descuentos.
Así que, conductor, ya sabes: tus finanzas personales te agradecerán que ‘seas bueno’ con tu automóvil.

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