El verano ya está aquí y muchos españoles ultiman sus vacaciones. El 1 de julio marca el primer punto caliente del calendario, momento en el que buena parte de la población se lanzará a la carretera en busca de sus ansiados días de descanso. Antes de hacerlo es importante revisar el coche para afrontar la Operación Salida con plenas garantías.
Imagina que tienes ya todo listo, las maletas cargadas, que acabas de iniciar tu trayecto y después de poco más de una hora tu coche dice basta, Nadie quiere empezar sus vacaciones teniendo que recurrir al seguro de coche y su cobertura de asistencia en viaje, por muy buena que sea. Para evitarlo, estos son los elementos del vehículo que no puedes olvidar revisar antes de salir de vacaciones.
Ruedas
Uno de los elementos más fáciles de comprobar pero también de los más importantes. Es uno de los que deberíamos revisar de forma periódica. De nuestros neumáticos hay dos cosas a las que debemos atender:
- Profundidad del dibujo. Lo mínimo es de 1,6 mm, pero lo recomendable es de 2 mm. Para comprobarlo puedes introducir una moneda de euro en la hendidura y ver si taña el anillo dorado, aunque lo ideal es que uses un medidor específico. Además, buena parte de los neumáticos cuentan hoy en día con marcas que avisan de su deterioro.
- Presión de los neumáticos. El manual técnico del vehículo debería indicarte cuál es la presión aconsejable. Asegúrate de que los neumáticos están a la presión correcta porque si no se desgastarán antes, te harán consumir más combustible y pueden incluso afectar a tu seguridad vial.
Recuerda también revisar el estado de la rueda de repuesto. Esperemos que no tengas que usarla, pero nunca está de más saber que la puedes usar.
Aceite
Todos los coches te avisan cuando llega el momento del cambio, especialmente los más modernos. Sin embargo, si vas a emprender un viaje largo, bien puedes dedicar un rato para comprobarlo manualmente. Lo primero será colocar el coche en horizontal, sin pendientes, y con el motor parado.
Después habrá que abrir el capó y con la varilla de medir el nivel de aceite, proceder a introducirla y revisar que la cantidad de aceite está entre el nivel mínimo y el máximo.
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Luces e iluminación
Otro elemento fácil de comprobar y que puede evitarte multas y sobre todo problemas. Lo primero, lógicamente, es asegurarse de que todos los sistemas de iluminación se encienden adecuadamente. Si alguno no lo hace, habría que cambiarlo. El siguiente paso es determinar si la potencia es la adecuada o no. De nuevo, en caso de que no lo sea habría que proceder a cambiar las luces.
Tras las primeras comprobaciones básicas de las luces llega el momento de ajustar los niveles y la altura de las mismas. No deben estar demasiado altas porque deslumbraríamos al resto de conductores ni muy baja porque perderíamos visibilidad. Además, no olvides que si vas con el coche cargado, la suspensión trasera se rebajará y la proyección de la luz será más alta, algo que puedes y debes ajustar.
Filtros del aire
En la mayoría de los casos el propio vehículo te informará de cuándo debes cambiar el filtro del aire. Como norma general deberías revisarlo cada 15.000 kilómetros o una vez al año.
Un filtro en malas condiciones hará que el motor se degrade más rápido y también el aceite.
Aire Acondicionado
Tu coche no va a ser más o menos seguro porque el aire condicionado funcione, pero sí que aumentarán tus niveles de seguridad vial si vas cómodo al volante y no sufriendo los estragos del calor, sobre todo si tienes que enfrentarte a un atasco.
Para asegurarse de si el aire funciona, pon el coche en marcha, espera un minuto y enciende el aire acondicionado. ¿Sale aire frío? Entonces funciona normalmente. En caso contrario, es recomendable que lo lleves al taller para la revisión. Antes de hacerlo no te olvides repasar tu seguro de coche, porque puede que cubra estas revisiones en tu taller concertado.
Tubo de Escape
Revisa el tipo de humo que sale del tubo de escape. Es una de las cuestiones en las que menos reparamos y más difíciles de detectar cuando estás conduciendo salvo que sea algo demasiado flagrante. En un espacio abierto mira que el humo que sale sea traslúcido y que no salga en una cantidad excesiva.
Si no es así, lleva el coche al taller para que lo revisen, pero es posible que sólo se trate de un problema con el filtro del aire.
Limpiaparabrisas
Otro elemento muy fácil de revisar. Lo primero es asegurarte de que tienes agua suficiente en el depósito e incluso de que has añadido un poco de jabón especial para que los limpiaparabrisas sean más efectivos.
A continuación activa los limpiaparabrisas y comprueba que realizan su trabajo de forma correcta, sin dejar cercos que después entorpezcan la visión. Para evitar este problema, fíjate en que los filamentos estén rectos y no tengan hendiduras o desperfectos.
Batería
¿Cuál es el estado real de la batería de tu coche? Es difícil saber de buenas a primeras sin acudir al taller, pero como explican desde El País, puedes hacerte una idea de su carga mirando los bornes y comprobando que no tiene óxido ni líquido adherido.
Además, enciende un par de veces el coche y cuenta el tiempo que tarda en ponerse en marcha para ver que no es excesivo.
En cualquier caso, más allá de estas comprobaciones básicas del coche ante la operación salida, si tienes pensado hacer un viaje en julio, lleva tu coche al taller, y antes consulta el condicionado de tu seguro de coche porque puedes llevarte una grata sorpresa. Algunas compañías cuentan con acuerdos con su red de talleres concertados para que te hagan una revisión gratuita del vehículo al año o una importante reducción de precio.
Y, por supuesto, no te pierdas nuestros consejos para afrontar la Operación Salida sin perder los nervios.